viernes, 23 de septiembre de 2011

"Los lobos" vs "Historia de un alemán"

Sin duda el Nazismo es uno de los fenómenos más trascendentales de la historia, un acontecimiento que no sólo no debe ser olvidado, sino que hay que tenerlo siempre fresco en la memoria colectiva, como fuente continua que puede ser de importantes lecciones para el futuro.

Personalmente considero más interesante que la ideología en sí conocer cuáles fueron las circunstancias en las que germinó. Antes que las conocidas consecuencias, la 2ª Guerra Mundial y el Holocausto, prefiero comprender cuál era el escenario en el que se encontraba el pueblo más culto de Europa para que una parte abrazara esos postulados, alzara a sus líderes hasta el poder y aplaudiera la chiflada deriva mientras el resto fuera incapaz de evitarlo.

Tenía muchas ganas de leer a Hans Hellmut Kirst, escritor que gozó de una notable popularidad en los años 50 y 60 gracias a unas novelas en las que pretendía poner en evidencia el régimen nazi. Sentía curiosidad por obras como "La noche de los generales", "Las noches de los cuchillos largos" o la satírica serie antibelicista 08/15, una trilogía alargada, dada su popularidad, con dos secuelas. Editorial Almuzara recupera "Los lobos", anteriormente editada en 1970 por Ediciones Destino, en su prestigiosa colección "Áncora y Delfín", y de la cual se dice que es una alegoría de la astuta resistencia del pueblo alemán.

Una vez leída, la primera sensación es agradable, debida a la simpatía que despiertan los personajes principales, la ironía que rezuma, su fácil lectura, el buen ritmo, el optimismo general de la obra, y a su, aunque abierto, final feliz.

Pero, a poco que lo dejas reposar, surge la indignación cuando al reflexionar te es revelado que lo leído está más cerca de la ciencia-ficción que de un testimonio histórico riguroso. Kirst le ofreció a la sociedad alemana de posguerra lo que necesitaba para calmar su mala conciencia, la existencia de una sociedad que se enfrentaba al régimen, de una resistencia interna real, inteligente y eficaz, capaz de burlar al y burlarse del Tercer Reich.

Las intenciones de Kirst son manifiestamente alegóricas. Crea un Macondo teutón, un pequeño pueblo fronterizo, en el que sus conciudadanos representan a cada uno de los estamentos sociales, políticos y religiosos y reflejan las diferentes opciones personales, valientes, cobardes, activas o pasivas, todos los comportamientos posibles que, supuestamente, tuvieron lugar. Y, ciertamente, la mayor parte de las descripciones, aunque edulcoradas, son objetivas y no hay ausencias relevantes.

Temporalmente este microcosmos es enfrentado a tres momentos, las tres partes en que se divide la novela, correspondientes con los periodos previos a los acontecimientos más importantes, la llegada al poder de Hitler, quien es apenas mencionado, el estallido de la guerra y su final. De los tres episodios, únicamente el primero es verosímil, el que muestra a unas personas que se dan cuenta de lo equivocados y peligrosos que son los que ansían el poder y de la necesidad de actuar con mucha prudencia, nunca enfrentándose o manifestando abiertamente su oposición. El resto es increíble; una segunda parte en la que los nazis, más ocupados en luchas intestinas, no actúan, a pesar de sus sospechas, contra los focos antagonistas por falta de pruebas, y soportan pacientemente los actos de sabotaje, y un final en el que los judíos no sólo no mueren sino que participan en la huida organizada de los prisioneros de guerra a través de la frontera, en la que también colaboran médicos, funcionarios, policías y la nobleza.

Sólo faltan las risas enlatadas para estar ante una aguda, mas bondadosa, sit-com, una "Plaza de España" a la alemana. Los que se indignaron ante la supuesta frivolidad de "Malditos bastardos" tal vez tengan más motivos, por diferentes razones, para molestarse si leen "Los lobos".


En las antípodas está esa maravilla escrita por Sebastian Haffner, "Historia de un alemán", una joya que estuvo, a punto de perderse, olvidada en un cajón más de cincuenta años.

Con una lucidez e inteligencia deslumbrante, también con un distanciamiento y frialdad frutos del pesimismo, consciente de que su futuro es la emigración forzada, explica apoyado en sus recuerdos y experiencias cuáles son los factores sentimentales, económicos y sociales que confluyen y constituyen los cimientos de la aparición de un pensamiento aberrante y cómo éste cautiva, envenena y aliena a los alemanes.

Y lo explica de una forma tan racional que con vergüenza concluyes que realmente lo más lógico para la mayoría era adoptar con fervor esas ideas, o como mucho, si tenías un mínimo de sentido común, mantenerte al margen temeroso, y que sólo los mentalmente más resistentes, sensibles y en su fuero interno valientes, mantuvieron la cordura y no cayeron en la trampa.

Desde la distancia resulta increíble e injustificable el comportamiento general de aquella sociedad. Este libro, además de denunciarlo, es capaz de explicarlo, revelando que fue el resultado de la conjunción de diversas circunstancias, entre otras una 1ª Guerra Mundial cuya derrota, salvo por los que la sufrieron en el frente, no fue, por culpa de la propaganda, percibida ni entendida, y por lo tanto tampoco asumida, un antisemitismo endémico latente, una situación económica durísima, con una inflación desatada y las consiguientes devaluaciones, un alto índice de paro y unas potencias vencedoras exigiendo el pago de la deuda de guerra.

Además de sagaz está bien escrita, con ecuanimidad y rigor. Únicamente se permite una licencia literaria, que a lo mejor no es tal, al reunir en el grupo de cuatro amigos las diferentes posturas adoptables ante lo que estaba ocurriendo, la entusiasta asunción, la permisividad y comprensión por parte de monárquicos y nacionalistas, la confrontación abierta de los socialdemócratas y comunistas que serán purgados, y la resistencia pasiva de los que simplemente no están de acuerdo, los cuales son invitados a aceptar el nuevo régimen o relevados de sus cargos. Especialmente aleccionadora es la explicación de cómo van poco a poco tomando el poder por medio del terror impune.

Difícilmente se puede encontrar un libro más perspicaz, brillante, no ya recomendable, imprescindible, una lectura obligatoria, que debería estar en los programas educativos, da igual si de Literatura, Historia,  Economía, Ética, o de Educación para la Ciudadanía.

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